Cuando los griegos tallaron escalones de piedra en la ladera de una colina, tenían como objetivo crear un área de asientos para que la gente descansara y pudiera tener una excelente vista del escenario que se encontraba en el centro del anfiteatro, más de dos milenios más tarde, estos objetivos siguen siendo clave para los principios de diseño del estadio, sin embargo, con un alcance global cada vez mayor y con la necesidad de tener múltiples funciones, las metas para crear un estadio exitoso han ido cambiando. Mientras te preparas para ver la Copa Mundial 2018 organizada en Rusia, echa un vistazo a esta lista notable de diseños de estadios a lo largo de la historia y como han influenciado en su evolución.
El estadio original
Estadio Centenario, Uruguay, 1930
El primer estadio que se construyó específicamente para una Copa del Mundo fue el Estadio Centenario, que capturó muchos de los momentos importantes de la Copa del Mundo en su infancia, albergando más del 50% de los 18 primeros juegos del torneo. El estadio, que fue diseñado por el arquitecto Juan Antonio Scasso, era típico de la época y ha ayudado a establecer un precedente para las sedes futuras. Cientos de escalones circulares fueron construidos en una depresión natural que rodeaba el terreno de juego, con aperturas en sus cuatro esquinas para proporcionar acceso. Su forma honesta, como de anfiteatro, no se interpuso en el camino del juego, marcando un punto de partida para la progresión de los estadios modernos.
El estadio icónico
Estadio de Wembley, Inglaterra, 1966
Este icónico estadio se convirtió en un escaparate internacional, con momentos y espacios icónicos que definieron el éxito de una Copa del Mundo. En los tiempos modernos, los países aprovechan los eventos de este tamaño como una forma de publicitar su cultura, y para un estadio, esto significa que un diseño no es solo para las personas que asisten sino también para quienes miran alrededor del mundo.
La Copa del Mundo de 1966 en Inglaterra fue memorable por varios momentos tanto dentro como fuera del campo (incluido Pickles the dog, un collie blanco y negro que encontró el famoso trofeo después de haber sido robado unos meses antes). La final fue una de las más memorables que se haya jugado, lo que resultó en una victoria 4-2 para Inglaterra sobre su viejo adversario Alemania. Televisado por todo el mundo desde el estadio de Wembley, las dos torres que se encuentran en el terreno se construyeron originalmente en 1923 crearon una silueta reconocible al instante que se convirtió en sinónimo tanto del lugar como del tiempo. Las torres llegaron a ser tan icónicas, que originalmente estaban programadas para mantenerse en la reconstrucción de Foster + Partner, solo para ser reemplazadas por un arco más comercializable. Centrarse en el diseño y la capacidad se ha convertido en algo habitual (piensa en el techo retráctil del Mercedes-Benz Stadium o en la forma de esquirla del US Bank Stadium) pero Wembley lidera la creación de la idea de un estadio como algo más que un lugar, si no también, como un punto de referencia para una ciudad.
El estadio de uso mixto
Rose Bowl, Estados Unidos, 1994
En 1994, la Copa del Mundo llegó a los Estados Unidos, una tierra que históricamente no era lo que llamaríamos "locos por el fútbol". Una prueba del atractivo global del juego es que el distrito de Hollywood tenía que ser el anfitrión del torneo, y con su infraestructura de estadio existente, parecía algo muy fácil de hacer.
Lo que se hizo evidente en 1994, fue el notar que cada deporte tiene diferentes necesidades en cuanto a diseño. La final se llevó a cabo en el Rose Bowl, California; una estadio lleno de años de herencia futbolística (estadounidense), cuya distancia lateral del campo era ideal para el entretenimiento dentro del juego y para grandes equipos. Sin embargo, este diseño condujo a una desconexión entre los fanáticos y los jugadores, que en el fútbol se utiliza para tener una visión más cercana al terreno de juego. Si bien este no es un problema aislado solo de los Estados Unidos, actuó como un momento crucial para los diseños de estadios. Era evidente que la adaptabilidad de uso mixto era clave para el éxito económico y social; los futuros estadios debían diseñarse para no uno, sino múltiples usos, especializados para cada función que tuvieran.
El estadio moderno
Oita Bank Dome, Japón, 2002
El 2002, el torneo migró a Asia. Celebrada en dos naciones, Corea del Sur y Japón, sentó un precedente para el estadio moderno. Debido a la falta de recintos adecuados, los países anfitriones tuvieron que construir la mayoría partiendo de cero, con la esperanza de generar un importante legado futbolístico.
Basándose en las lecciones aprendidas luego de años estudiando diferentes casos, los nuevos estadios fueron de uso mixto, icónicos, centrados en los aficionados, pero también lo suficientemente corporativos como para convertir las ganancias del día de un partido. La inspiración extraída de las tipologías históricas era visible y se adaptó al clima arquitectónico de la época, con nuevas tecnologías y análisis que condujeron a un lugar de investigación que maximizaba la experiencia para todos. El Oita Bank Dome por Kisho Kurokawa, que fue sede de varios juegos durante todo el torneo, tiene la forma del casco de un samurai para mostrar la cultura de Japón, mientras que el techo retráctil ofrece uso durante todo el año para eventos deportivos y conciertos por igual. Incluso con una pista de atletismo que separa a los fanáticos de los jugadores, la primera fila de asientos se eleva para dar la impresión de que viene directamente del campo, y en un país sin una gran herencia futbolística, la pista ayuda a darle más sentido a la comunidad que lo rodea.
El estadio restaurado
Signal Iduna Park, Alemania, 2006
Nuevo no siempre es necesariamente mejor. Si bien la mayoría de los anfitriones recientes o futuros de la Copa del Mundo están tratando de construir un legado, el 2006, Alemania ya tenía uno. Los cuatro veces ganadores de la Copa del Mundo tienen una liga establecida que se desempeña al más alto nivel, y una infraestructura de base que se ha establecido desde principios de la década de 1960. Por muy tentador que haya sido reconstruir los estadios, Alemania adoptó un enfoque estereotípicamente eficiente al elegir centrarse en la restauración de los estadios existentes.
Los momentos mágicos que se realizan en el terreno de juego a menudo son fugaces, pero aún viven en los recuerdos de los fanáticos que estaban en el estadio para verlos. Demoler y reconstruir un estadio es perder el contexto de estos recuerdos, y reubicarlos a nuevas sedes muchas veces causa problemas a los clubes y a su base de admiradores. El Signal Iduna Park es el hogar del Borussia Dortmund, un club alemán muy exitoso, y en la restauración de este estadio (originalmente construido para la Copa Mundial de 1974), Architekten Schröder Schulte-Ladbeck continuó el legado existente para crear uno de los mejores ambientes del fútbol mundial. Aumentando la capacidad, superando las 80,000 personas, mediante la ubicación en las esquinas de una extensión acristalada que es compatible con una llamativa estructura de acero amarillo, estas sensitivas modificaciones mejoraron el patrimonio y la experiencia del lugar con un costo significativamente menor.
El estadio del futuro
Estadio Icónico de Lusail, Catar, 2022
Entonces, ¿a dónde nos llevará el futuro del diseño del estadio? En proyectos recientes, parece haber una tendencia hacia el hito: cuanto más icónico es el diseño, mejor. Sin embargo, los motivos utilizados son cada vez más sutiles y orgánicos. El Estadio Matmut Atlantique de Herzog & de Meuron es un gran ejemplo de esta noción. No solo la tendencia apunta a un hito más sutil, sino también a la creación de algo que es "más que un estadio".
La controvertida Copa Mundial Qatar 2022 es el mejor ejemplo de lo que puede deparar el futuro ya que, al igual que en Corea del Sur / Japón 2002, sus sedes casi son construcciones completamente nuevas. La final se llevará a cabo en el Estadio Icónico de Lusail, diseñado por Foster + Partners, quienes tienen normas menos restrictivas que cuando diseñaron al sucesor del viejo Wembley. Ajardinando toda el área para crear una instalación de uso mixto que se extiende más allá del ámbito del deporte, el proyecto trata con el clima adverso del Medio Oriente para mantener una temperatura interior que funcione tanto para los jugadores como para los aficionados. ¿Será que la extensión del programa del estadio debilitará la experiencia, o la idea de lo que se espera que haga un estadio cambie para siempre?